Como organizamos la fabricación
Pusimos en marcha el proceso de la fabricación de los materiales de los cuales se produce las hamacas en la misma época en la cual los espaňoles introdujeron en el mercado los pedales para tejer manualmente. A pesar de que en algunos sitios aquellos inventos se arraigaron, había artesanos que seguían continuando los métodos tradicionales de hacer los materiales: secaban los hilos al sol, tendían los hilos y los tejían a mano. Siempre utilizaban las mismas herramientas para trabajar que sus antepasados: hilanderías, lanzaderas, peines y otros. Los hilos que usaban para hacer los materiales no contenían aminoácidos y eran muy resistentes.
Controlamos el proceso de proyectar los materiales, de comprar las materias primas para la fabricación, de suministrar los materiales necesarios a los artesanos y sus dirigentes. Son ellos que distribuyen los materiales entre otros artesanos, que viven en pequeňas, organizadas sociedades. Cuando los materiales están preparados, los líderes de los artesanos verifican su calidad y los amontonan. Una vez a la semana el dirigente de los artesanos trae un producto terminado a la empresa, donde se lo mide, pesa y se verifica su calidad. Los artesanos obtienen el pago ese mismo día. Su valor depende de la cantidad del trabajo que hizo cada artesano.
Los hombres y las mujeres participan en el proceso de la fabricación. Las mujeres son responsables de los hilos, de coser, amontonar y ensamblar los productos. Los hombres en cambio, preparan la urdimbre y tejen los materiales. En San Sebastian hay más de 300 tejedurías, y establecimientos textiles aseguran una fuente de ingresos muy importante para ellos.